FRANCISCO I. MADERO: JOYA NEOCOLONIAL DEL ESTADO DE HIDALGO Y LA OBRA DE FERNANDO POLO.

14.05.2013 14:19

FRANCISCO I. MADERO: JOYA NEOCOLONIAL DEL ESTADO DE HIDALGO Y LA OBRA DE FERNANDO POLO.

Arq. Miguel D. Lazcano Benítez.

 

 

Francisco I. Madero, pintoresco poblado del Estado de Hidalgo, esta inmerso en una de las diez regiones geográfico-culturales denominada como Valle del Mezquital; se erigió como municipio el 16 de Mayo de 1927, conformado por las rancherías de El Rosario, Tepatepec y San Juan Tepa. Rememorando un poco su historia dicen que los primeros pobladores de Tepatepec fueron de origen Otomí y se establecieron en las faldas del cerro de Dengantzhá, lugar al que denominaron “Ñaxthe”, que significa “Cerca del cerro” ó las “Faldas del cerro”[1]. En el año 370, d. C., los Otomíes moradores de Ñaxthé, fueron desalojados por grupos chichimecas, por su jefe Tlalnenequi (que significa “Descubridor de tierras”), se dice que salió de Azcapotzalco y se unió con una india natural del pueblo de Atucpan (actualmente Actopan) y fundaron Tecpatepec, en el mismo espacio que ocupó el antiguo Ñaxthé. Este poblado era grande, sus habitantes hablaban otomí y algunos, por influencia de la cultura Tolteca, hablaban náhuatl, era un llano saturado de espinos, que sigue conservando sus magueyes, tunales, mezquites y otras plantas silvestres que adornan su paisaje; era tierra no muy fría, seca sin otra agua más que la de los magueyes y la de los diferentes jagüeyes que existían en la zona.

A la llegada de los españoles, y como a estos se les dificultaba la pronunciación en Náhuatl, el nombre de “Tecpa Tepec” se generaliza como “Tepatepec”  a pesar de ello se le cambió el nombre por el de “San Bartolo”, además sería el primer santo patrono del lugar. Como San Bartolo, era barrio dependiente de Mixquiahuala, se localizaba dentro de la jurisdicción del Arzobispado de México, intendencias y alcaldía del Mayor de Villaseñor y Sánchez. Dos causas de la desaparición del pueblo de San Bartolo fueron: un fenómeno natural, al que se conoce como “tromba” que cayó en el pueblo y que arrasó con la mayor parte de las construcciones del poblado sumiéndolo en una inundación que duro algunos meses, posteriormente, una epidemia de cólera, consecuencia del estancamiento del agua, estos hechos provocaron que los pobladores cambiaran de lugar y de santo patrono.

Tiempo después comienza la reconstrucción del pueblo, testigo de ella es la Iglesia de San Agustín, que por cierto tiene pocos datos acerca de su fábrica, uno de ellos se encuentra en la bóveda del coro y describe el año de 1745; el segundo está inscrito en el nicho del Santo Entierro que a la letra dice “fue construida el 18 de diciembre de 1765, siendo mayordomo de la Cofradía don Matías Diego de Guevara y el Diputado Mayor don Joseph de Villana[2]”; según se sabe la bóveda del coro era el templo principal en un principio y posteriormente el templo se culminó 20 años después. En el año de 1767 se funda el pueblo de San Agustín Tepatepec, en los terrenos de la hacienda de Pozos, hoy conocida como la Hacienda Vieja. La fertilidad de las tierras de la región coadyuvó al establecimiento y desarrollo de otras haciendas como Ulapa, Pozos, Dos cerritos y desde luego “San Antonio” en la ranchería del Mexe, estas últimas trabajaban a gran escala y producía todo lo que se consumía en las zonas mineras de Zimapan, Pachuca y Real del Monte, sin olvidar el gran comercio realizado con la ciudad de México.

En 1860 por las leyes juaristas se expropia la Hacienda de Pozos, que había sido motivo de diversos conflictos con Mixquiahuala y se entregó a los habitantes del barrio de Tepatepec, que al momento de la erección del Estado de Hidalgo (1869), aun formaban parte de la municipalidad de aquella población.

Durante el gobierno de Plutarco Elías Calles al frente de la presidencia de la república y por el mandato de José Vasconcelos –secretario de educación pública– se rehabilita la ex-hacienda de San Antonio, para albergar “la Escuela Central Agrícola del Estado de Hidalgo”, esta fue inaugurada el 9 de Octubre de 1926, en un acto al que asistieron, C. General Plutarco Elías Calles, acompañado por el C. General Álvaro Obregón y varios miembros del cuerpo diplomático, así como el Coronel Matías Rodríguez, Gobernador del Estado y varios funcionarios de la federación y del Estado[3]. Años posteriores se convertiría en la Normal Rural Luis Villareal de “El Mexe” (cuyo significado en lengua otomí es: “araña”). Actualmente alberga las instalaciones de la Universidad Politécnica de Francisco I. Madero (UPFIM). Un año después de este hecho, el pueblo se emancipa de Mixquiahuala y se erige como el municipio 82, oficialmente el 31 de Mayo de 1927; de ahí la feria que se realiza año con año, fiesta llena de eventos culturales, deportivos y sobretodo por “el concurso anual de gordas de panza de res”, hecho que congrega a los tragones mas asiduos del Valle del Mezquital y cuyo valioso premio es un año gratis de tan delicioso manjar que sin duda es la mejor panza de borrego de todo el Estado de Hidalgo.

Regresando a la historia del pequeño municipio, este comenzó a tomar relevancia por albergar la primera Escuela Central Agrícola del Estado. Aunque el discurso posrevolucionario llego años después, personajes políticos hidalguenses promoverían la modernidad en Francisco I. Madero; uno de ellos, referente de lucha social y líder campesino fue Don Felipe Contreras Ruiz, que en el tiempo del gobernador del estado, él  C. José Lugo Guerrero, fue diputado por la región de Actopan y sin perder más tiempo comenzó a promover obra pública en la región, pero sobre todo en su tierra natal: Tepatepec. Es así como contrata al que sería su constructor de cabecera y amigo, él Maestro Constructor Don Fernando Polo J.

Los cánones revolucionarios y de urbanismo que desarrollaron en la obra pública fueron evidentes: monumentos escultóricos, centros educativos, mercados, edificios gubernamentales, casas y hasta muros atriales, hicieron un mosaico de imágenes que son de gran valor histórico y artístico para la prematura historia de este municipio. Los valores nacionalistas y de identidad mexicana se imprimieron en la arquitectura neocolonial de este pequeño poblado y esto se nota desde que entra uno al municipio, salta a la vista la amalgama cultural llena de imágenes y folclore, el recorrido de sus calles nos hace imaginar un museo a gran escala, ya que en cualquiera de sus esquinas nos encontramos con una pequeña joya de la arquitectura neocolonial,  ya si visitamos el poblado llegando desde la carretera Actopan-Tula, nos topamos inmediatamente con el Centro Educativo “Francisco I. Madero”; ubicado sobre la Avenida Hidalgo, inicia su construcción en 1945, finalizando en el año de 1947. Este edificio de magnitudes monumentales, se encuentra en la entrada del municipio, y justo en el remate del eje visual del camino que conduce a la Universidad Politécnica de Francisco I. Madero. Su simetría y la ornamentación hacen de este centro educativo un referente de la arquitectura neocolonial. En el frontón central se encuentra la inscripción “Centro Educativo Francisco I. Madero”. El arco de la entrada bellamente decorado con elementos fitomorfos engalana y jerarquiza la entrada al inmueble, la composición bellamente decorada corona su fachada con la silueta inconfundible de las formas coloniales, que rememoran las colonias más fastuosas de la Ciudad de México.

Continuando por la avenida Hidalgo y esquina con Emiliano Zapata, nos encontramos con una imponente residencia neocolonial. Sin duda uno de los hitos arquitectónicos mas importantes de Francisco I. Madero y localizada en el primer cuadrante del centro histórico de Tepatepec, esta magnifica construcción fue erigida entre los años de 1943 y 1948; su construcción de tres niveles contiene un magnifico trabajo en los ornamentos de las jambas y dinteles de las puertas, las ventanas resguardan en el antepecho relieves con motivos vegetales imprimiendo un ligero toque prehispánico. El dueño, él señor el C. Diputado Felipe Contreras Ruiz se encontraba en el cenit de su carrera política, le fue donado por los campesinos y ejidatarios un solar de mediano tamaño justo en lo que antes era el casco de la vieja hacienda de Pozos, habitada en tiempos de la revuelta revolucionaria por el coronel Mónico Valdés. A pedido expedito se le encargo el diseño y construcción a Don Fernando Polo, amigo entrañable del líder campesino, el cual haciendo alarde de una sensibilidad artística inigualable, produce la mejor residencia de la región y a la que actualmente se le conoce entre la población como “La Casa del Pueblo”.

Continuando con la circulación y rodeando el pequeño centro histórico nos encontramos, en la esquina de avenida Juárez, la escultura tributo a los campesinos del Valle del Mezquital, conocido como “Monumento al Campesino”, sus formas engalanan el jardín municipal, aunque últimamente ha sido intervenido de forma errada, a pesar de ellos sus formas no ha sido trasgredidas y se mantiene imponente en el sitio en el que ha permanecido por más de 80 años. Es en esta obra donde encontramos la firma del autor a la letra dice: “Constructor F. Polo.”

En contra esquina a esta escultura nos encontramos con el imponente Palacio municipal de Francisco I. Madero, construido en 1945. Su regia arquitectura, llena de eclecticismo y rasgos historicistas, se manifiesta en dos torres de la fachada principal, los detalles en frisos y balcones con motivos vegetales rememoran el pasado prehispánico, los dinteles y jambas de puertas y ventanas finamente labradas la hacen toda una joya de la arquitectura neocolonial, para rematar en el frontón se encuentra el escudo Nacional mexicano espejeado en toda su fachada, haciendo gala de una majestuosa simetría toque de la arquitectura nacionalista de le época. En la entrada principal se encuentra la placa conmemorativa donde se lee: “Construido con la cooperación del ciudadano José Lugo Guerrero, Gobernador del estado, con el esfuerzo del pueblo y cooperativa de campesinos, ejidatarios y agricultores en pequeño. El Palacio Municipal fue construido en 1945, siendo el Presidente Municipal el ciudadano Telesforo Contreras Ruiz. El proyecto de construcción fue realizado por Fernando Polo J."

Al final del recorrido nos encontramos con el Mercado 31 de Mayo, ostentosa construcción de los cuarenta, que alberga en sus cuatro accesos, relieves hechos a mano del escultor y constructor Fernando Polo, con motivos neoindígenas. Tiene una pequeña cúpula al centro, rematada con un jarrón de orfebrería en la cúspide de la misma. En este pequeño mercado puede usted encontrar desde un filete de pescado suavecito y delicioso, hasta esas finas hierbas que darán a sus guisados ese toque barroco, heredado por la fusión de culturas, que los hará irresistibles.

Francisco I. Madero, paso obligado entre Pachuca y la ciudad de Tula, deleita la pupila con su bella arquitectura posrevolucionaria, si alguna vez llegasen a visitar tan folclórico municipio, es imperdonable tomar una nieve de limón con tequila de los multicolores carritos de nieve artesanal que dan sus rondines por todo el pueblo, y obligatoriamente necesario, degustar sus famosas gorditas de panza, que sin duda le hacen honor al apodo del poblado: el ombligo del Valle del Mezquital.

 

 

 

 

 

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Fuentes:

1.       Vargas Salguero, Ramón. Coord. “Historia de la arquitectura y el urbanismo mexicanos; el México independiente: Afirmación del nacionalismo y la modernidad”. México: UNAM-FCE, 2009.

2.       Vargas Salguero, Ramón. Coord. “Historia de la arquitectura y el urbanismo mexicanos; arquitectura de la revolución y revolución de la arquitectura”. México: UNAM-FCE, 2009.

3.       De Anda Alanis, Enrique X. “La Arquitectura de la revolución mexicana: corrientes y estilos en la década de los veinte”. México: UNAM-IIE, México, 2008.

4.       López Rangel, Rafael. “Orígenes de la arquitectura técnica en México, 1920-1933: La escuela superior de construcción”. México: UAM, Xochimilco, 1984.

5.       De la Rosa De la Rosa, Natalia. “Escuelas Centrales Agrícolas, un caso de arquitectura neocolonial. Entre el modelo ornamental y el espacio ornamental.” Facultad de Filosofía y letras: UNAM. Tesis para optar por el titulo de Maestra en Historia del Arte, 2010.

6.       Fabre Platas, Danú Alberto. “Una mirada al Valle del Mezquital”. México: UAEH, 2004.

7.       Hernández Chávez, Alicia. P. “Breve historia de Hidalgo”. México: FCE, 2000.

8.       Lorenzo Monterrubio, Antonio. Coord. “Catálogo de construcciones religiosas del estado de Hidalgo”. Talleres gráficos de la nación.

9.       Lorenzo Monterrubio, Antonio. Coord. “Catálogo del Patrimonio Cultural del Estado de Hidalgo, Región I”. Fondo de Cultura del estado de Hidalgo.

10.   Feldman, Lawrence. “Índice de documentos sobre el centro de México y Cartografía antigua”. México: INAH, 2009.

 

 



[1] Fabre Platas, Danú Alberto. “Una mirada al Valle del Mezquital”. México: UAEH, 2004. P. 56.

[2] Lorenzo Monterrubio, Antonio. Coord. “Catálogo de construcciones religiosas del estado de Hidalgo”. Talleres gráficos de la nación. P. 433.

[3] De la Rosa De la Rosa, Natalia. “Escuelas Centrales Agrícolas, un caso de arquitectura neocolonial. Entre el modelo ornamental y el espacio ornamental.” Facultad de Filosofía y letras: UNAM. Tesis para optar por el titulo de Maestra en Historia del Arte, 2010. P. 5.

 

 

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